Hay veces, que la vida te deja estelas de sueños realizados
en el amor como regalo de un tiempo vivido, pero fugaz. Miradas que ardieron en
una batalla de deseo que, por alguna razón dejaron de existir. Lo tienes todo y
luego nada. Aún con todo el tiempo por delante, ese que te regaló la juventud y
el amor, ese amor que se añora y se siente latente como fuego en las entrañas.
Hay veces… que algo queda y quedará para siempre en lo más
profundo del alma y del corazón.
-Anika de Maya-