miércoles, 26 de junio de 2013

CONVERGIR DEL TIEMPO


En algún instante de la tenue línea del tiempo, convergieron pretérito, presente y futuro. Cada uno, con la intención de reflejar la esencia de un alma en su peregrinaje. Así el pretérito se vistió de músico, el presente se atavió de poeta, y el futuro de pintor. Los tres artistas contemplaron un rostro que transitaba las huellas de su propia vida e iniciaron la realización de su magnánima obra.

Entonó el músico los más lacónicos acordes del silencio, esgrimió el poeta los versos más nostálgicos de sus entrañas y las acuarelas del pintor bosquejaron sobre un lienzo el contorno de una lágrima.

Desperté como aletargado en la noche fría, y pude ver en el filo sutil del tiempo los tres artistas. Uno entonaba los acordes de mi silencio, el otro escribía mi nombre en un verso y el último cincelaba mi rostro en un lienzo. Pues fui silencio, soy tristeza mas seré lágrima.

A veces un mero escrito inverosímil o real, se convierte en espejo para ofrendar el reflejo de tantas almas besando quebrantos. Cuando contemplemos los ojos nostálgicos de un alma dolida, ofrendemos un abrazo… para hendir el silencio, sosegar la tristeza y vaciarse de lágrimas.

Un abrazo puede tanto o más que el tiempo…

¡ABRÁZAME... PUES, TE ABRAZO.


Autor: Diego López (Argentina).

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