Cada uno de vosotros sois mi más preciado tesoro, lo que más valoro en esta vida.
Cada uno, por igual, sois una parte de mí, un pedazo de mi corazón.
Me llena de orgullo ver en lo que os estáis convirtiendo. Os veo crecer y madurar, y mi corazón se hincha de alegría. Cada experiencia nueva, cada desafío nuevo... veo cómo, al final, sois capaces de conquistarlo, de salir vencedores. Me llena de asombro ser parte de este milagro de la vida. Sois una parte de mí, y sin embargo cada uno de vosotros sois tan diferentes y tan únicos... Sé que cada uno tenéis vuestros anhelos, que son diferentes. Sé que cada uno tenéis vuestras fortalezas y vuestras debilidades, diferentes y únicas todas ellas. No quiero caer en el error de compararos, de equipararos. Que Dios me dé sabiduría para comprender que cada uno de vuestros corazones palpita a su propia manera, a su propio ritmo.Me llena de alegría poder formar parte de vuestra vida, de poder ser esa mujer fuerte que está y estará para vosotros en cada etapa de vuestra vida.Vosotros llenáis mi vida de risas, y no me acostumbro: hay momentos en los que parece que el mundo se detiene, y mis ojos se agrandan al contemplaros, vuestra sonrisa, vuestros ojos brillando con la emoción de estar vivos...Doy gracias a Dios por haberme dado mi mayor tesoro, MIS HIJOS.No supe lo maravilloso que era esta vida hasta que os tuve.Cada uno, por igual, sois una parte de mí, un pedazo de mi corazón.
MAMÁ.
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