El club Bilderberg es una sociedad secreta que nace en 1954 a raíz de una reunión que tuvo lugar en el Hotel Bilderberg, situado en una pequeña localidad cercana a Amsterdam, bajo el patrocinio de la familia real holandesa y el magnate Rockafeller. A esta reunión asistieron 67 personas, todas ellas pertenecientes a las capas más altas de la sociedad. Miembros de las monarquías europeas, prominentes banqueros y grandes personalidades de la esfera política, desarrollaron varias jornadas de reuniones en las que se debatían temas de índole político-económica con proyección internacional.
Más concretamente, se pretendía fomentar la unidad atlántica, frenar el expansionismo soviético y favorecer el desarrollo económico de los países del área occidental. Todo esto supuestamente, porque de lo allí hablado no trascendió a la luz pública ni una sola palabra. Es la impronta de esta organización: el secretismo. De esa particularidad, se ha nutrido el misterio que envuelve a Bilderberg.
Según varias investigaciones, esta entidad, que lleva reuniéndose anualmente desde su primera convocatoria, tendría por finalidad apropiarse de los resortes del poder; los cuales caerían en manos de una élite que persigue el control mundial. Para ello, siempre según estas teorías, extienden sus tentáculos en las más importantes y significativas organizaciones tales como la ONU, la OTAN e incluso la OMS. Tal es así, que se le llega a señalar como responsable máximo del estallido de ciertas guerras como la acaecida en los Balcanes.
Nada escaparía a su supervisión, ni siquiera el mundo del entretenimiento. Se dice que establecen las directrices a seguir en la industria del cine, de la música, etc. Ellos, la élite formada por banqueros, hombres de negocios, dueños de los más importantes medios de comunicación y máximos mandatarios políticos, decidirían qué está de moda y qué no; qué tendría que figurar en los libros de texto de nuestros hijos y qué debe ser obviado. Huelga decir que la economía mundial sería una marioneta en sus manos.
Sin embargo, el dato más escalofriante y macabro, nos lo aportan aquellas opiniones que llegan a asegurar que el Club Bilderberg estaría detrás de un plan de exterminio que supondría la aniquilación del 80 % de la población mundial. Son palabras mayores pero hay quien, casi sin pestañear, casi sin dudar, otorgan veracidad a algo tan inquietante. ¿Por qué desearía esta sociedad secreta llevar a cabo tan diabólico plan? ¿Qué medios utilizaría para realizarlo?…
Hay quien pretende dar respuesta a estos interrogantes asegurando que, detrás de futuros conflictos bélicos, hambrunas y aparición de enfermedades hasta el momento desconocidas (con la sombra alargada de la complicidad de cierto sector de la industria farmacéutica), estará la mano negra de Bilderberg. En lo que al supuesto exterminio se refiere, la respuesta también se les antoja sencilla: para la dominación mundial que perseguiría el Club, cuantos menos seamos más sencilla resultaría esa tarea.
Cierto o no todo lo aquí comentado, la verdad es que el Club Bilderberg sigue reuniéndose cada primavera bajo las más férreas medidas de seguridad, y que el mutismo y la máxima discreción siguen siendo su seña de identidad.
SOCIEDADES Y ORGANIZACIONES SECRETAS
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