adornadas de la calidez de esa gran mirada.
Una mirada de destellos que ensombrecen al sol,
porque su luz es inmensa en mi cielo.
Un cielo de sentimientos que se visten de verdad,
acogiendo los cuerpos en un abrazo de deseo.
Un deseo de locura que, se pierde en cada rincón de esos ojos, iluminando con su color el anhelo de mis labios.
Unos labios que se alzan para buscar un encuentro,
para beber de la esencia y la miel de esa boca.
Una boca que posee su belleza particular,
su suavidad es la delicadeza que me enamora al besar.
Un beso que llega al alma... mi alma.
NIKA
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