Un grupo de ranas iban atravesando un bosque y dos de ellas cayeron en un hoyo muy profundo. El resto de las ranas se reunieron alrededor del hoyo. Cuando vieron que éste era muy profundo y que las dos ranas por más que saltaban no alcanzaban la orilla se empezaron a escuchar rumores y de pronto se iniciaron los gritos y les decían a las dos ranas que se dieran por muertas.
Las dos ranas ignoraron los comentarios y siguieron saltando con todas sus fuerzas para salir del hoyo. Las demás ranas siguieron gritándoles que se detuvieran, que se dieran por muertas. Finalmente, una de las ranas empezó a escuchar los gritos de las otras ranas y se dio por vencida. Se dejó caer al suelo y murió.
La otra rana continuó saltando tan fuerte como pudo. Nuevamente el grupo de ranas le gritaron que ya no sufriera intentando salir y que mejor se dejara morir. La rana saltaba más y más fuerte, y más fuerte... hasta que finalmente logró salir. Ella pensaba que sus compañeras estaban animándola todo el tiempo y les agradeció el apoyo... Esta rana era sorda y no le era posible escuchar los gritos de las demás.
Moraleja:
Una palabra de aliento a alguien que está pasando por un mal momento puede reanimarlo y ayudarlo a salir adelante... Una palabra destructiva a alguien que está pasando por un mal momento puede ser lo único que necesite para matarlo.
(Fábula Oriental)
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