Cuenta una vieja leyenda que hace mucho tiempo
en una pequeña localidad costera asturiana llamada Luarca, una pequeña flota de
piratas berberiscos atemorizaban a sus habitantes con sus incursiones a la
costa. Al mando de esta terrible flota pirata estaba el cruel Cambaral, tan
cruel como genial en sus ataques a la flota del rey, a la cual le resultaba
imposible capturar las embarcaciones piratas.
Cansado de todos estos ataques, el señor de la fortaleza de Luarca, también llamada La Atalaya decidió que era el momento de terminar con la terrible flota pirata, para ello, embarcó a sus mejores guerreros en pequeñas embarcaciones pesqueras y esperaron la llegada de los asaltantes camuflados como simples pescadores. No tardaron los piratas en asaltar a estos supuestos indefensos pescadores, pero enorme fué su sorpresa al encontrarse decenas de aguerridos guerreros, el combate fué largo y violento y terminó con la derrota de los piratas y la captura de su lider, el cruel pirata Cambaral.
Cambaral fué trasladado cautivo a la Atalaya sin siquera curar ninguna de sus graves heridas y allí fué encerrado en las lugubres mazmorras que vieron como poco a poco se le escapaba la vida. La hija del señor de la fortaleza, una joven y bella doncella de generoso corazón, pidió permiso para curarle las heridas al cautivo y se dirigió a las mazmorras. A pesar de la oscuridad que reinaba allí y que apenas podian verse el más puro amor surgió entre el forajido y la joven doncella, Cambaral comenzó a comprender que siempre había sido huérfano de corazón, que nunca había sentido nada igual. Por su parte la doncella, conociendo a su padre, comprendió cual era el destino que esperaba a su amado y muy probablemente a ella si su padre los descubria.
En aquella oscuridad se declararon amor y fidelidad enterna, entre esas frias paredes se listaron miles de promesas entre dos amantes que no se encontraban en el lugar ni en el momento adecuado. Cuando hubo curado sus heridas, Cambaral planeó una fuga que sacaría a ambos de la fortaleza y los llevaría lejos para poder amarse por toda la vida. La huída fué alocada, sin apenas probabilidades de éxito, pero eso no era lo importante, por fín pudieron amarse en libertad, herirse con sus besos y consumar su pasión.
Antes de la fuga, habiendo sido advertido, el señor de la fortaleza, preso de la ira, salió a la busqueda y captura de los dos fugitivos. Una vez llegaron al puerto, se encontraron al señor de la fortaleza con sus tropas esperandolos. Allí terminaron todos sus sueños de fuga y amor, se abrazaron, y en un tierno beso se fundieron esperando el cruel destino que para ellos estaba reservado. Preso de la ira el señor de la fortaleza decapitó a los amantes, cuyo labios permanecieron sellados en todo momento, en un beso que perdurará para toda la eternidad, como la más bella expresión del amor eterno. Las cabezas cayeron al frio agua y en ese mismo lugar, en la actualidad se encuentra un puente que se levanto en honor a los amantes con el nombre del "puente del beso".
Cansado de todos estos ataques, el señor de la fortaleza de Luarca, también llamada La Atalaya decidió que era el momento de terminar con la terrible flota pirata, para ello, embarcó a sus mejores guerreros en pequeñas embarcaciones pesqueras y esperaron la llegada de los asaltantes camuflados como simples pescadores. No tardaron los piratas en asaltar a estos supuestos indefensos pescadores, pero enorme fué su sorpresa al encontrarse decenas de aguerridos guerreros, el combate fué largo y violento y terminó con la derrota de los piratas y la captura de su lider, el cruel pirata Cambaral.
Cambaral fué trasladado cautivo a la Atalaya sin siquera curar ninguna de sus graves heridas y allí fué encerrado en las lugubres mazmorras que vieron como poco a poco se le escapaba la vida. La hija del señor de la fortaleza, una joven y bella doncella de generoso corazón, pidió permiso para curarle las heridas al cautivo y se dirigió a las mazmorras. A pesar de la oscuridad que reinaba allí y que apenas podian verse el más puro amor surgió entre el forajido y la joven doncella, Cambaral comenzó a comprender que siempre había sido huérfano de corazón, que nunca había sentido nada igual. Por su parte la doncella, conociendo a su padre, comprendió cual era el destino que esperaba a su amado y muy probablemente a ella si su padre los descubria.
En aquella oscuridad se declararon amor y fidelidad enterna, entre esas frias paredes se listaron miles de promesas entre dos amantes que no se encontraban en el lugar ni en el momento adecuado. Cuando hubo curado sus heridas, Cambaral planeó una fuga que sacaría a ambos de la fortaleza y los llevaría lejos para poder amarse por toda la vida. La huída fué alocada, sin apenas probabilidades de éxito, pero eso no era lo importante, por fín pudieron amarse en libertad, herirse con sus besos y consumar su pasión.
Antes de la fuga, habiendo sido advertido, el señor de la fortaleza, preso de la ira, salió a la busqueda y captura de los dos fugitivos. Una vez llegaron al puerto, se encontraron al señor de la fortaleza con sus tropas esperandolos. Allí terminaron todos sus sueños de fuga y amor, se abrazaron, y en un tierno beso se fundieron esperando el cruel destino que para ellos estaba reservado. Preso de la ira el señor de la fortaleza decapitó a los amantes, cuyo labios permanecieron sellados en todo momento, en un beso que perdurará para toda la eternidad, como la más bella expresión del amor eterno. Las cabezas cayeron al frio agua y en ese mismo lugar, en la actualidad se encuentra un puente que se levanto en honor a los amantes con el nombre del "puente del beso".
Se entiende perfectamente el mensaje de esta historia.... "Imposible"....de hecho, ya estaba destinada a ser..."imposible"....una verdadera lástima, aunque al parecer, tuvo sus momentos de gloria, pero desgraciadamente....todo se acaba, y lo bueno más.
ResponderEliminarUna historia interesante y ejemplar.
"Imposible" o no, es una historia muy bonita y que me ha gustado para publicarla como tantas otras que pongo. No lleva ningún mensaje, solo el único que encierra la propia historia o leyenda.
EliminarGracias por tu comentario. Un saludo.